Generar procesos de intervención, adaptado a las necesidades de niños/niñas y jóvenes, que permitan abrir nuevos espacios de trabajo que vinculen la actividad física con aprendizajes resilientes fue uno de los propósitos centrales del “Taller de Escalada y Aprendizajes Resilientes” realizado por el PEE Víctor Jara en Valparaíso.

En colaboración con el centro de escalada “Tornamesa” se realizó por dos meses la apuesta interventiva, que entre junio y agosto ejecutó el taller con 8 niños/as del PEE, el cual, al ser una iniciativa terapeútica, realizó una labor focalizada según las necesidades de cada niño/a.

Dennis Vega, director del PEE Víctor Jara, explica que el objetivo de la actividad fue “posibilitar un espacio terapéutico, bientratante y estimulante para los niños, brindándoles un contexto que apoyara sus procesos de resignificación a través del uso de metáforas y la regulación emocional que otorga el trabajo físico relacionado con la escalada. También se buscó desafiar las propuestas técnicas establecidas a través de prácticas innovadoras y que guarden coherencia por una parte, con los lineamientos institucionales y a su vez con los elementos que nuestro equipo visibiliza en la praxis cotidiana con los niños, niñas y adolescentes.”

Por su parte, la psicóloga del Centro, Daniela Romero, manifiesta que “es usual que se caiga en la idea de ajustar al joven a la terapia de box, sin embargo, estamos intentando entregarles un espacio que sea significativo para ellos desde sus propios intereses, recursos y capacidades, sin mencionar además los beneficios ya conocidos en el desarrollo, bienestar personal y salud mental asociados a la actividad física.”

En relación a las buenas prácticas e innovación, el Tutor Social del Centro “Víctor Jara”, Javier Jeldes identifica y menciona “la posibilidad de realizar intervención reparatoria a través de la disciplina de la escalada, la asistencia de parte de todos los NNA convocados al Taller, lo cual habla de que fue un contexto bien logrado relevando sus intereses y generando un espacio de cuidado y respeto, la participación por parte de personas significativas de los NNA, como espectadores activos del proceso y la Generación de vínculos (NNA – Profesional) a través del contexto taller.”

Según agrega Dennis Vega, los jóvenes, en su gran totalidad, se sitúan desde un contexto de exclusión, sin apoyo. Sin embargo, este tipo de instancias les permite re-situarse en un contexto de apoyo colectivo trabajando en equipo, apoyándose mutuamente y reconociendo sus propias capacidades, dificultades y las de sus compañeros.

En cuanto a las posibilidades entregadas por esta apuesta, el psicólogo del Centro “Víctor Jara”, Christian Beraud menciona “que es importante incorporar contextos que provean de previa práctica y entrenamiento progresivo, provisto de un acompañamiento grupal que facilite un lugar de posibilidad de nuestros usuarios, que nos acerque al desafío de concepciones totalizantes de los usuarios, tales como “no puedo, no soy capaz, no voy a poder”, construyendo juntos, nuevos caminos que les acerquen a otras posiblidades por medio del enriquecimiento de la visión de sí mismos”

Finalmente, y según manifiestan los profesionales del PEE Víctor Jara, el proceso de resignificación se enriquece ya que no sólo se les explica a los jóvenes que pueden resignificar experiencias, alcanzar objetivos y logros, sino que también se le entregan herramientas que permitan vivir y sentir de forma concreta y que son capaces de llegar a un objetivo con sus propios recursos, descubriendo a través de algo tangible un aprendizaje que logran extrapolar al resto de su vida.